
Aprendiendo a comer sin morir en el intento
Empezar a comer es todo un nuevo mundo para los niños, y para qué decir para nosotros los padres. Algunos contamos con la dicha que nuestros retoños no pusieron problema alguno para comer; otros, están horas tratando de que los suyos almuercen, imitando a un ratoncito que guarda la comida en los cachetes, esperando que pase el tiempo, para que la mamá se rinda y le quite el plato.
Recuerdo que mis primos chicos eran así, y era terrible, mientras nosotros jugábamos, ellos seguían sentados, mirando el infinito, sosteniendo la cabeza con su mano, desparramados en la mesa, y mi tía, feliz…
¿Edad recomendada?
Se plantea que ya desde los seis meses los bebés pueden incorporar alimentos a su dieta, para complementar la lactancia materna o de tarro, como sea el caso.
Hay diferentes métodos para introducir alimentos a los niños y eso tendrá que ver con diferentes factores. Existe el BLW (baby led weaning), que es un método gradual de alimentación donde el bebé incorpora de a poco los alimentos en trozos grandes, en un comienzo, los que ingiere con las manos, lo que facilita el uso de cubiertos y de incorporar las comidas de los adultos de manera más temprana que los que se alimentan con papillas.
En mi caso, que entré a trabajar cuando el Pepi tenía seis meses y una semana, la opción que tuve fue incorporar comida a presión, porque debía ir a la salacuna y yo quería que tuviera la experiencia de haber comido primero en casa. Además, como mi hijo no se alimentaba con LME, no hubo problema de incorporar antes los alimentos. De esa manera a los 5 meses comenzamos con la incorporación de frutas, para luego introducir comida, sin carnes al inicio.
Desde que empezamos con esta etapa, me preocupé de cada detalle de su alimentación personalmente. Por un tema evidente, no pude utilizar el método BLW, porque en la salacuna le dan la misma comida a todos, papilla, salvo si hay alergias, que cocinan especial. De esa manera me vi introducida en el mundo de las sopitas de guagua.
Yo creo que si hubiese usado con él, un sistema mixto de alimentación, comería aún mejor, pero no tuve opción, porque en el jardín no lo iban a alimentar de esa forma.
Siempre me preocupé que en la comida hubiera muchos colores y una porción de proteínas, de carbohidratos y fibra, por ejemplo carne con arroz y verduras verdes y un trozo de zapallo. O legumbres con fideos y espinacas. Para que las verduras no perdieran su nutrientes, cocía todo en una vaporera de bambú y la diferencia de color y sabor fue evidente.
Como no era mucho el tiempo que me quedaba entre el trabajo y la maternidad, no era una opción en casa el cocinar todos los días. Fue así que me convertí en la “Reina el congelado”. Fue tan en serio que me tomé el título nobiliario en mi cocina, que cambié hasta el refrigerador, por uno con un congelador más grande.
Compré muchos potes pequeños para guardar la comida, que molía en la licuadora, donde me costaba sacar el “raspado” y perdía como medio pote de comida, además que era tan grande, que me daba más trabajo. Al final, me aburrieron los potes, porque las tapas se abrían, cuando estaban congelados y no cerraban de manera hermética, cosa que me di cuenta, cuando se me manchaba la ropa en la mochila.
Un día, dando una vuelta por una expobebé, me detuve en un stand que tenían una máquina para almacenar comida. Ahí me acordé de mis potes y pasé a ver de qué se trataba.
Era una máquina manual que usaba MUY poco espacio, que venía a revolucionar la manera de envasar la comida de los bebés. Y sí, revolucionó mi cocina. No necesité escuchar toda la explicación cuando ya la había pagado.
La máquina se llama Fill n Squeeze que vendría a significar” llene y apriete”, que es básicamente lo que ocurre. son pouch de comida reutilizables, que se llenan mediante un recipiente que tiene una boquilla donde se ponen los envases . Es una prensa que te permite, moler y envasar en pouches reutilizables, es una maravilla. Sirve principalemente para molidos (porque la boquilla que tiene el vaso, a veces se tapa con pedacitos de comida) y tiene la capacidad de 150 ml. Yo las usé mucho cuando Rena comía papillas, hoy las uso para los postres. Por eso, compré por separado varios pouches, para congelar toda la comida.
El uso de esta máquina permitió que mi hijo a los 7 meses pudiera comer directo de los pouches, lo que me simplificó bastante la vida, porque le daba su postre y se lo comía solo, lo que permitió también que usara bombilla siendo bien pequeño.
Acá les dejo un link del canal oficial del producto, con varios videos para aprender a usarla bien.
La máquina la venden en muchas tiendas de niños y también en el retail.
No me puedo quejar, el Pepi siempre comió bien, nunca hizo una arcada y se comía todo, hasta el olor. Hay que considerar en esto que el hecho de que esté todo molido, permite “camuflar” algunas cosas que a los niños no le gustan y eso no pasa con el BLW. Ahora que tiene tres años, me dice lo que no le gusta, porque lo ve, como el choclo que, si se lo doy de otra forma se lo come. No es que las cosas no le gusten, sino que las ve y reclama.
Para esto, les dejo un link donde una nutricionista nos habla de las texturas en los alimentos.