Cómo cuidar mi piel durante el invierno

Como he dicho en reiteradas oportunidades, tener la piel delicada puede ser realmente un fastidio, porque implica un mayor cuidado: en verano, por el sol y en invierno por las bajas temperaturas. Es así, aunque no me guste, debo cuidar mi piel TODO en año.

Además de tener la piel delicada, tengo rosácea, lo que dificulta mi búsqueda de productos, porque, si no me dan alergia, dejan una sensación grasosa que no me gusta.

Desde el año pasado estoy usando la línea ultrasensitive de Eucerin, para limpiar, hidratar, la que acompaño con la crema para atenuar el rojo de la cara y me ha ido bastante bien. Eso sí DEBO ser constante y a veces olvido aplicarme todo y la diferencia se nota.

En invierno el tema se torna un poco más complejo porque los cambios de temperatura repercuten directamente en mi rosácea. A mí no me molesta ser el tomate de la fiesta, por estar siempre colorada, sino que lo que me complica es el ardor que me producen esos cambios. El paso del frío de la calle a una oficina con calefacción pasa a ser casi una tortura, y no exagero: no controlada la rosácea es un problema.

Es por eso, que a partir de esta fecha comienzo con el uso de la línea PH5 de la misma marca, porque si bien, estamos con ropa larga, eso no es sinónimo de descuido. Yo tengo la piel del cuerpo muy seca, por tanto, debo saber hidratarla, idealmente en la noche y, si es posible en la ducha.

Efectivamente el invierno afecta a la piel, sea por el viento, el frío, los cambios de temperaturas, la piel se resiente, lo que la hace perder el brillo y la vitalidad natural. Además, la contaminación también incide en que se vea opaca.

Por todo lo anterior, el cuidado de la piel durante el invierno debe procurar regenerar y restaurar el balance del pH óptimo de ésta (ph5) ayudando a fortalecer sus defensas naturales y regulando su equilibrio de humectación. El resultado será una piel visiblemente más suave y tersa.