
Depresión post parto, un mal que muchos olvidan
Nuevamente nuestra querida Ros, nos regala su columna mensual:
***
¡¡Pucha que es difícil adaptarse a la maternidad!! Y no solo para primerizas, porque tras cada parto hay siempre un escenario nuevo, ya sea que es un segundo, tercer o noveno hijo que llega a casa. La dinámica cambia, el tiempo escasea, debemos planificar mucho nuestras tareas, y las manos generalmente no alcanzan. Siempre nos encontramos con nuevos aprendizajes, con cosas que no habíamos vivido con nuestros otros hijos, o con cosas que nunca escuchamos ni vimos.
Es muy esperable sentirnos abrumadas los primeros días, sentir que no damos abasto o que simplemente “no somos capaces”. Pero hay veces en que estas sensaciones pasan esos primeros días, semanas y meses, y además se intensifican. ¿Cómo saber si es esperable lo que nos está pasando, o si debemos pedir ayuda?
El otro día comentaba en mi Instagram que existe un “continuo depresivo post parto”, es decir, que no todas las sensaciones de melancolía pueden ser tildadas como “depresión post parto”, sino que existen otros cuadros que se relacionan a estos síntomas teniendo distinta gradualidad.
En el comienzo de esta línea están los baby blues o melancolía post parto, que no pasa a ser un cuadro depresivo, sino que son simple (y complejamente) altibajos emocionales. Es parte “normal” del proceso post parto debido a los cambios fisiológicos y a la adaptación que debe hacer la madre a este nuevo escenario. El peak se da a los 3-4 días y su remisión se da generalmente antes de concluir el primer mes post parto.
Cuando los síntomas se acentúan o continúan podemos comenzar a hablar de una depresión post parto en si. O incluso, cuando estos síntomas se dan con una alta intensidad desde los primeros días y se mantienen pasado el mes o los dos meses post parto. Este cuadro puede durar unos meses o bien puede darse durante todo el primer año post parto. La pena no es solo eso, es un llanto que difícilmente se puede controlar, los sentimientos de culpa se exacerban, las madres se sienten inútiles y sienten que han “perdido” su vida sin retorno. Tienen mayor dificultad para concentrarse y la ansiedad aumenta de forma inexplicable. Estas sensaciones predominan en el día a día, y no ceden a pesar de cambiar de actividad.
Cuando estos síntomas se vuelven inmanejables y comenzamos a tener pensamientos que nos perturban, significa que nos estamos acercando al final de este continuo donde se encuentra la psicosis post parto. Esta se caracteriza por tener ideas suicidas, delirantes, homicidas. Pensar en hacernos daño o en hacerle daño al bebé. En este punto no hay duda, debemos consultar de forma urgente a un especialista.
¿Que hace que podamos llegar a tener un “simple” y esperable baby blues, o que podamos llegar a una temida psicosis post parto? Aquí juegan parte distintos tipos de factores:
Genéticos: relacionados con antecedentes previos de depresión. La mamá podría estar pre dispuesta genéticamente a padecerla.
Bioquímicos: no son solo las hormonas, sino también desequilibrios químicos que se producen por cambios fisiológicos como por ejemplo la falta de sueño.
Sociales: este punto es fundamental tanto para desencadenar un trastorno depresivo post parto, como para ayudar en su mejoría. La ayuda del entorno, la contención, el cariño, el “no juicio” son causales sociales que pueden ayudar a una mamá con depresión post parto a salir adelante. Y claramente lo contrario puede llevar a una madre, incluso sin antecedentes genéticos a sufrir este trastorno.
Emocionales- Cognitivos: aquí juega partido todo lo que sentimos y pensamos. Nuestros aprendizajes de vida, los paradigmas que hemos oído, lo que nos ha dicho nuestro entorno, lo que nos decimos a nosotros mismos. Las sensaciones de tristeza, de abatimiento, la tan temida culpa.
Tras esta información te invito a estar preparada para tu post parto, comprender que el escenario es nuevo, complejo, pero a la vez hermoso, único e irrepetible. Regálate un tiempo de adaptación, se más cariñosa contigo, y sobretodo planifica esos días, busca ayuda, apoyo. Busca a tu familia, pareja, amigos, arma una tribu, busca contención para cuando la necesites. Debes tener claridad que, si bien en un momento dado no te será fácil, en la medida que el tiempo pasa, con apoyo y con un pensamiento más basado en el amor que en el miedo, podrás salir adelante. ¡Todas las mamás lo hemos vivido! ¡Y todas finalmente salimos delante de alguna manera! El tiempo parece eterno cuando estás en la situación, pero ya te darás cuenta que ese tiempo tiene fecha de caducidad, y lo mejor que puedes hacer es mantenerte concentrada en el momento presente, en observarlo y vivirlo con el menor juicio posible.
*Si quieres ver la información que hay en Chile Crece contigo, pincha acá.