
Hoy hablamos con: mamma don’t preach
Hace un tiempo y no recuerdo como, conocí en las RR.SS. a Mangelita, la Mamma don’t preach, me encantó su cuenta. Encontré otra loca como yo, pensé, aunque ella me gane.
En un evento, creo que el único que he ido porque la pega no me lo permite, la conocí en vivo y en directo, y nos fuimos a tomar un café. Y ella vivió unas horas con el pepi, que la despidió comiendo tierra.
Ella es mamá como yo, pero tiene niñas, y dos: Sofía y Olivia, loquillas como la madre, que a través de su cuenta de instagram cuentan su día y a día.
Conversamos con ella y le preguntamos lo siguiente:
1. ¿Cómo fue tu ingreso al mundo de la maternidad bloguera?
Desde que tengo uso de razón he tenido computador con internet en mi casa, incluso me acuerdo del típico ruido del modem intentando conectarse a internet. Hace unos 8 o 9 años me hice un blog, que se llamó Mirando el Cielo Amanecer y ahí contaba mis aventuras como persona común y corriente, ideas, pensamientos aleatorios que tenía, ya que en ese entonces no existían tan fuerte las redes sociales.
Fui mamá de Sofía hace casi 7 años, y un día necesitaba desahogarme de las cosas que comencé a vivir como mamá (mi parto, los tips que nadie te da, las crisis de crecimiento, tuve depresión post parto) y mi blog sufrió una transformación y fui, poco a poco contando historias de mi vida con Sofía, hasta que en un momento dije ¡WAIT! Pero si mi blog ahora es de maternidad, ¡¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON EL OTRO NOMBRE?! Y me cambié el nombre a Mamma Don’t Preach, que es básicamente en un español bien chileno: Mamá no me sermonees, no más. Y eso es mi blog, un espacio donde subo información, donde les cuento las cosas que me pasan siendo mamá, donde puedo seguir puteándole a la vida y contándoles lo extremo del trabajo materno.
2. ¿Es difícil ser mamá trabajadora con horario freelance y tener pareja con horarios de chef?
Para contextualizar, mi pareja es Chef de un conocido restaurant de Santiago y es ¡HORRIBLE!
No se los puedo decir de otra manera, pero he aprendido a ser mamá de esa manera y él, a ser papá con horarios de mierda. Entonces, la verdad es que es complicado hacer familia con un cocinero, pero así nos conocimos. Él me conoció con Sofía y yo lo conocí con su carrera.
Lo más difícil es explicarle a la gente -ya sé que no tengo porqué dar explicaciones-, porque todos me preguntan por él, qué hace, cómo nos compatibilizamos, de qué se encarga cada uno… y de verdad… llega un punto de la vida en que agota responder tanto, pero prefiero responder y que la gente vea que existen distintos tipos de familia, que funcionamos con horarios alternativos.
3. ¿Qué es para ti la maternidad? ¿Cómo son Olivia y Sofía?
Para mi la maternidad es la experiencia más extrema que puede existir. Así como lo leen. Porque vives en un mundo que solo los padres entiendes -si eres soltero o soltera y estás leyendo esto, créeme que de verdad no lo entiendes, porque no estás en los zapatos-, porque debes aprender a decir muchas veces no a cosas que antes decías que sí, porque sabes que estás en el proceso de priorización de la vida, en que te das cuenta del sacrificio que muchas veces tus papás hacían, de las cosas que te ocultaron para que uno viviera bien, cómo también vives un proceso interior de aprender a respetar tu historia y a aprender de ella para ser mejor papá. Si eso no es extremo… ufff… no sé qué entonces.
Sofía (7 años) y Olivia (2 años y medio) son la luna y el sol, la tierra y el aire, el ying y el yang, son tan distintas pero a la vez tan complementarias entre ellas solas.
Nunca tuve hermanos así como partners y me cuesta entender la dinámica de “la hermandad”, así que las dejo. Ellas son parte del engranaje que hace que me levante en las mañanas y le siga dando a la vida.
4. ¿Qué es para ti Mamma Don’t Preach?
Es mi muro de los lamentos, mi momento de desahogo y también de diversión, porque me divierto mucho contándoles las cabezas de pescado que me pasan, como también dándoles ideas y yendo a comer a los eventos.
5. ¿Te ves trabajando en una oficina todo el día?
Ufff difícil, si tuviese que volver a hacerlo, lo haría, pero no, creo que la vida freelance tiene harto sacrificio (partiendo por tener que rasguñar el sueldo), pero también tiene ese componente de libertad impagable, que te da la movilidad suficiente para que tus hijos se enfermen y puedas quedarte en casa cuidándolos sin estar mirándole la cara de perro a nadie.
6. Lo que más amas y lo que más odias de la maternidad
Lo que más amo: a mis hijas, la otra Mangelita que existe después de ser mamá, la capacidad de asombro que redescubrí con mis hijas.
Lo que más odio: ese cansancio que no se quita nunca y que sorry, solo unas vacaciones al caribe todo pagado durante una semana SIN MIS HIJAS podría aliviar.
7. Si pudiera dar un consejo a una mamá recién parida es…
Odios sordos corazón abierto. Es heavy la cantidad de cosas que te dicen cuando eres mamá reciente, cuando aún no has terminado de parir y están con que la teta, con que el chupete, con que se mal acostumbran a los brazos, que no lo mires mucho, con que la agüita y un largo etcétera de cosas que “según todos” funcionan, pero en realidad atentan al bienestar tuyo y de tu bebé. Créele a la ciencia y también a tu instinto: si tu instinto te dice que debes tener a tu bebé en brazos ¡hazlo!
Porque el tiempo pasa y después crecen y solo fue una corta fracción de tiempo el que lo tuviste en brazos.
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