
Millenials y el botox como símbolo de belleza.
El término millenials lo vengo escuchando desde hace un tiempo. Dicen que es la generación que viene a cambiar el mundo, pero también que es una generación malcriada.
Yo soy millenial, soy una mamá millenial, que nació a mediados de los ochenta, en una época social y política diferente. Nunca me faltó nada porque mis papás se sacaron la mierda trabajando, los dos, pero eso no me hizo una niña malcriada. Al contrario, sé que las cosas cuestan y que no es llegar y pedir para conseguir.
Se dice que esta generación es más consciente, que tiene más estudios que otras, que desea prevenir antes que lamentar. Para algunos, el tema del físico es importante, como ir envejeciendo. De esta manera algunos se realizan tratamientos que en otros momentos los hacía gente de más edad. Por eso no es raro ver gente de menos de 30 incluso, realizándose tratamientos con el tan famoso botox. Ésta sustancia es una toxina que paraliza, por eso no solamente se utiliza en cosmética, sino también en el ámbito médico. Según el doctor Torres, el uso anticipado de esta sustancia corresponde a un uso de carácter preventivo.
“En Estados Unidos las estadísticas muestran que jóvenes entre 19 y 34 años han aumentado los procedimientos con toxina botulínica en un 41% entre 2011 y 2015. Este boom internacional tiene su origen en la visión preventiva de esta técnica, la cual reduce en el largo plazo la aparición de arrugas y surcos en el rostro. Además hay quienes aseguran que es una herramienta útil para el control de migrañas y disminución de bruxismo” (comunicado de prensa).